El porqué cuando ya hemos hecho el cambio de armario bajan de golpe los termómetros, es un misterio que la ciencia deberá explicar algún día. Mientras tanto, nos toca devanarnos los sesos para elegir un atuendo que abarque todas las temperaturas de la jornada sin perder el glamour. Os suena? Pues es sólo cuestión de equilibrio. Una buena estrategia consiste en mantener las extremidades en el invierno y el tronco en la primavera: prendas exteriores y pantalones o faldas que nos protejan del frío, y tops o blusas ligeras que nos permitirán despachar el calor del mediodía. Los zapatos, más abiertos o cerrados, los dejamos a las necesidades de cada una. Modernas, casuales y chics: manos a la obra. Aquí os sugerimos vuestros looks.
Espero que os sirva, Mar Gago.